Pequeño, pero grande post el de hoy. Sobre todo, como truquito que sacará de más de un apuro a los papis por las mañanas, justo antes de terminar de vestir a los niños para ir al cole.
A más de uno y una le habrá pasado lo siguiente: toda la prole lista, justo antes de salir por la puerta, con las correspondientes prisas mañaneras.
El abriguito, subimos la cremallera y ¡zas!, obstáculo al canto. La cremallera no sube, se queda atascada y no hay manera de terminar de apañar al pequeño.
Pues bien, ahí os lanzamos nuestra pequeña ayudita: si os pasa eso, untad unas gotitas de aceite de oliva por la zona en la que la cremallera se haya quedado atascada y veréis cómo, fácilmente volverá a tomar su recorrido, subiendo de nuevo sin problemas, hasta poder cerrar las prendas de vuestros pequeños.
Así, sólo tendréis que recordar este truco en el momento de apuro matutino y tener bien a mano una botellita de nuestro oro líquido :-)
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