Como ya os contábamos en anteriores posts, del olivo se aprovecha todo. Precisamente, os adelantábamos que se están comenzando a estudiar alternativas de energía eficiente a partir de los restos de los huesos del olivo.
Si tenemos en cuenta que en España se producen unos 2,5 millones de toneladas de hueso de olivo al año, resulta lógico que se sigan buscando nuevos usos para el empleo de los residuos de la poda del olivar, que pretenden aprovechar la energía derivada de estos productos.
Según Andalucía Investiga, expertos de la Universidad de Jaén, dirigidos por Francisco Jurado, pretenden redirigir una investigación sobre el empleo de estos residuos del olivar para los que, hasta la fecha, no habían encontrado demasiadas aplicaciones efectivas.
En términos generales, lo que se propone en esta investigación es utilizar las astillas de poda de olivar o los fragmentos de hueso de aceituna para someterlos a un proceso químico del que resultará un gas (constituído por hidrógeno, monóxido de carbono, metano, dióxido de carbono y nitrógeno) que será el encargado de poner en marcha, por ejemplo, un motor de combustión o incluso generar energía eléctrica.
La idea resulta bastante innovadora, ya que este recurso puede ser muy eficaz al generar soluciones enérgicas capaces de abastecer a los núcleos de la sociedad. Además, según los propios investigadores de la Universidad de Jaén, el principal avance vendría dado con el rendimiento eléctrico del 30% que puede ofrecer la poda, una vez haya sido sometida a la gasificación.
Interesante, ¿verdad? Si ya os decíamos que del olivo se podía sacar mucho «jugo». Bueno, mejor dicho, ahora, ¡incluso energía! Al final, igualito que el cerdo… :-)
Publicado por @schinarro para DirectodelOlivar el 15 de junio de 2011
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