Llevar una vida saludable parece fácil, pero la verdad es que no lo es y desde luego va mucho más allá de comer un superalimento u otro. Oímos hablar mucho de los beneficios saludables del aceite de oliva virgen extra, incluso recibimos consultas de seguidores con problemillas de salud que nos preguntan cómo un buen AOVE les puede ayudar a curarse. La respuesta que damos viene a ser siempre la misma: el aceite de oliva por muy bueno y virgen extra que sea, sin una buena alimentación y un estilo de vida saludable, ayuda lo justo. Por ello, hoy vamos a tratar este delicado asunto desde un punto de vista riguroso, independiente y con sentido común, que es el menos común de los sentidos, en un mundo dominado por el marketing y con muchos intereses comerciales en juego. Es más, vamos a revelar los secretos de un seguidor octogenario, que a sus ochenta y pico, sigue disfrutando de una vida saludable.
Superalimentos para una vida sana
Hace un tiempo, se emitió un programa de televisión en horario de máxima audiencia titulado precisamente Superalimentos. En él, nuestro conocido chef Alberto Chicote nos contaba los beneficios saludables de ciertos «superalimentos», entre ellos los del aceite de oliva virgen extra, por su capacidad «demostrada» para fortalecer los huesos y eliminar grasas. En palabras textuales:
El aceite de oliva es la grasa más saludable que podemos utilizar en nuestra cocina, y además, tiene unos poderes desconocidos formidables.
Experimentando con aceite de oliva
Para demostrarlo, una investigadora y profesora en nutrición humana, nos explicaba los resultados de un ensayo realizado con 127 hombres de una edad media de 68 años, que habían conseguido retrasar el envejecimiento de sus huesos, mejorando su estructura ósea al cabo de los dos años, y después de estar tomando 5 ó 6 cucharadas soperas al día de aceite de oliva virgen extra.
En otro experimento, un equipo de médicos y especialistas en endocrinología, demostraban como sólo en 4 semanas, siete voluntarios eran capaces de perder hasta 2 kg de grasa abdominal (equivalente a unas 16.000 calorías), siguiendo una dieta mediterránea enriquecida con 50 ml al día (unas 4 cucharadas) de aceite de oliva virgen extra. En palabras textuales:
Una dieta saludable, combinada con aceite de oliva virgen extra, nos podría ayudar a adelgazar unos 6 kg en 3 meses. Sus antioxidantes intervienen en el metabolismo y favorecen la oxidación de la grasa abdominal, siendo un muy buen aliado contra el michelín. Ya habéis visto lo que el aceite de oliva puede hacer por nuestro cuerpo, por algo le llaman el oro líquido. Yo personalmente, le pongo aceite de oliva virgen extra a todo lo que cocino. Alberto Chicote.
La verdad es que a Chicote le faltó entrevistar a la Abuela Mariquita, que con aceite todo lo quita, jejeje. No obstante, estos experimentos y afirmaciones podrían ser discutibles o matizadas, pero lo cierto es que reproducen a pequeña escala, parte de los resultados de un estudio muy serio realizado por científicos españoles y que ha tenido repercusión internacional. El estudio Predimed sobre dieta mediterránea, que se desarrolló durante 5 años con más de 7.000 voluntarios. Por tanto, queda claro, al menos científicamente, que estos beneficios saludables se consiguen sólo si tomamos aceite de oliva virgen extra dentro de una dieta saludable, y esa es la clave de todo. Es por ello, que podemos decir que no existen los superalimentos, existe la alimentación saludable.
Las claves de la alimentación saludable
¿Y qué entendemos exactamente por alimentación saludable? Porque muchas de las dietas para adelgazar tan populares a día de hoy gracias a Internet, no son para nada saludables, ya que priorizan el perder peso rápidamente por encima de la salud. Aquí, la mayoría de expertos coinciden en que la alimentación saludable se alcanza mediante una correcta dieta equilibrada, llámese dieta mediterránea, dieta alcalina, dieta macrobiótica o dieta del Susum Corda, según la que esté más de moda en cada momento. Siendo rigurosos, cada una de estas dietas es diferente, pero todas tienen un principio básico en común que las hace saludables:
Somos lo que comemos… por lo que «si comemos más frescos, estaremos más frescos» :-)
Alimentarse para estar más frescos
En Internet podemos encontrar mucha información sobre estas y otras dietas saludables, no es nuestra intención dar publicidad aquí de unas o de otras. Lo que sí diremos siendo políticamente correctos, es que en todas ellas, hay alimentos saludables que se recomienda incluir, y otros menos saludables que se recomienda reducir. En resumen, una alimentación saludable consiste en potenciar la ingesta de alimentos frescos como las frutas, las verduras, las hortalizas, los frutos secos y todo aquello que nos regala la naturaleza, incluyendo por supuesto nuestro aceite de oliva virgen extra en crudo, que es puro zumo de aceitunas. Por el contrario, hay que reducir al máximo la ingesta de alimentos ultraprocesados, especialmente aquellos que contienen altas cantidades de azúcares refinados, edulcorantes, sal, conservantes y colorantes artificiales. Y pensemos que decir esto abiertamente no es ninguna tontería, sólo hay que fijarse en los anuncios de televisión (que se emiten por supuesto en horario infantil), para darse cuenta de que el tinglado está montado para que consumamos estos productos a mansalva, la mayoría muy apetecibles, sabrosos y low-cost sí, pero así nos va…
Mientras que medio mundo se muere de hambre, el otro medio se muere de sobrealimentación.
Alimentarse para prevenir enfermedades
Aún se desconoce el origen de muchas de las enfermedades modernas que nos acechan (cáncer, alzehimer, esclerosis, etc.), pero ya empieza a haber bastante consenso dentro de la comunidad científica a la hora de culpar a una mala alimentación y a un estilo de vida poco saludable. Aquí podemos entrar en un debate complejo y controvertido, pero más allá de las teorías que circulan en Internet sobre el poder curativo de ciertos alimentos y terapias naturales, hay evidencia científica de que la alimentación juega un papel importante en la prevención de enfermedades y es un factor absolutamente decisivo en nuestra salud a medio y largo plazo.
Como en todo, habrá defensores y detractores, pero por regla general las personas que comen sano de forma habitual, están más sanas. Lo que no tiene mucho sentido pensar, es que después de estar décadas comiendo mal, tomando alcohol o drogas, fumando y practicando poco o ningún ejercicio físico regularmente, una dieta milagro y unas pastillas puedan salvarnos la vida ante un cáncer que ya se ha manifestado de forma grave. Desgraciadamente en muchos de estos casos, ni los tratamientos más agresivos como la quimioterapia o la radioterapia lo consiguen. Y también está claro, que personas que han seguido un estilo de vida saludable casi toda su vida o incluso niños de corta edad, por desgracia desarrollan estas enfermedades debido a un factor genético. Pero volvamos al asunto, que nos ponemos tristes, y para nada es nuestro objetivo.
La formula, menos cantidad y más calidad
En definitiva, los mejores médicos y nutricionistas coinciden en que la clave de una alimentación saludable es comer poco y de calidad, en lugar de comer mucho y de poca calidad, nutricionalmente hablando. Y aquí lo primero que pensamos muchos, es que comer sano es más caro, lo cual no es cierto. Lo que sí es cierto, es que comer alimentos procesados es más cómodo y a la larga es más caro porque comemos más, perjudicando nuestra salud y encareciendo también nuestro sistema público de salud, que pagamos todos. Podríamos seguir enumerando alimentos y pseudoalimentos poco saludables, pero eso lo dejamos para más adelante. Lo que sí diremos por la parte que nos toca, es que desde un punto de vista saludable, debemos reducir al máximo los fritos y tomarlos de forma muy puntual, aunque se hagan con aceite de oliva virgen extra. Y es verdad que un aceite de oliva virgen extra es el mejor aceite que podemos usar para cocinar y para freír, pero que una fritura sea saludable es harina de otro costal, que ya hemos tocado en otros artículos. Por tanto, nuestra recomendación es clara: consumir menos aceite, pero de mayor calidad.
Los secretos de una vida saludable
Para acabar, compartimos el testimonio que nos ha hecho llegar un seguidor ilustrado y con experiencia en la vida (más de 80 años). Con su permiso reproducimos a continuación todos sus secretos para tener una vida saludable…
Nada más y nada menos. Muchísimas gracias Mario por tu sabio testimonio, brindamos por ti y por toda tu familia, por supuesto con un buen aceite de oliva virgen extra. Ahora, está en nuestra mano dejarnos llevar, o por el contrario, intentar llevar una vida más plena y saludable. Y es que como dijo Winston Churchill…
La salud es un estado transitorio que no augura nada bueno.
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